Historia


Teranga significa hospitalidad; y caracteriza Senegal. País que asoma discretamente su nariz hacia el oeste, por el aroma del mar, en busca del Atlántico. Limita al norte con Mauritania, al sur con Guinea Conakry y Guinea Bissau y al este con Malí. Y es tan hospitalario que rodea en su interior, con un valle, a la República de Gambia.

 

mapa_senegal

 

Su historia es la historia compartida por muchos otros países de África, de dominación, esclavitud y colonización, hasta 1960, año en el que consiguió la independencia. Los conflictos bélicos con los países vecinos también han marcado su historia reciente.

 

En cifras, la población senegalesa, que no alcanza los catorce millones de habitantes, tiene una esperanza de vida de 56 años; el número de hijos por mujer es superior a 5 y la tasa de analfabetismo al 60%.

 

La República Senegalesa se divide en once regiones, compuesta a su vez por 34 departamentos. Cada región toma el nombre de su ciudad capital: Dakar (capital del país), Diourbel, Fatick, Kaolak, Koldo, Louga, Matam, Saint-Louis, Tambacounda, Thiès y Ziguinchor.

 

La mayoría de la población es musulmana y aunque la lengua oficial es el francés, la gran variedad de etnias que posee el país, hace que esta lengua sea utilizada sólo por una minoría. Los wolof representan el 45% de la población, seguidos por los fulaní (22%), serer (15%), jola (4%) y mandigos (3%).

 

isla_goreeSu ubicación en el extremo oeste de África siempre resultó ventajosa para el comercio marítimo con Europa y América, por lo que se generó allí el mayor puerto de la región. A tres kilómetros de la costa de Dakar, se ubica la isla de Gorèe, de 17 hectáreas, una de las principales Casa de Esclavos entre los siglos XVI y XIX. La isla de Gorèe, junto con la posición estratégica de Dakar, hizo que gran parte del comercio de esclavos se realizara por las costas senegaleses.

 

puerta-del-no-retorno-isla-goree

Se calcula que al menos veinte millones de hombres, mujeres y niños fueron secuestrados de sus aldeas, trasladados y vendidos a tratantes que se establecieron en la isla de Gorèe, donde eran alojados en calabozos, encadenados y colocados espalda con espalda, a la espera de ser vendidos y embarcados rumbo a América y Europa. Esta isla fue declarada Patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1978 por su valor histórico.

 

Por la historia, y a pesar la historia, Senegal sigue siendo una tierra de bienvenida, solidaridad y acogida. Es “el país de la teranga”. El país del Baobab.

 

Nuestro país.

 

“Es la historia de dos sueños. El de Marem, una niña bailarina Senegalesa de 14 años de emigrar a Europa, y el de Sonia, una bailarina Española atraída por la magia de África. A las dos las une Pap Ndiaye, padre de Marem y marido de Sonia.  Ni África es como Sonia soñaba (Pap Ndiaye tiene dos mujeres más) ni Europa es como Marem soñaba (no hay niños en las calles y también hay pobreza).  Princesa de África es una bella historia de amor, de música y de danza, donde las cosas no son como parecen y las mujeres son las protagonistas.”

 

princesadeafrica

 

Otra joya. Una película documental centrada en Louga, Senegal. Rodada en tres idiomas, wolof, español y francés, cuenta con unas maravillosas imágenes e ilustraciones y una música aún más maravillosa. La mayoría de los protagonistas son “Griots”, artistas que transmiten la cultura de generación en generación a través de los cantos y bailes; y los tambores. Es más que un relato sobre dos sueños. Es una mirada a otra realidad. A otro tipo de familia. A otra forma de vida y de relación, de relaciones. Unas relaciones no exentas de problemas y complejidades, pero llenas de comprensión.

 

¿Cómo una española acepta la poligamia convirtiéndose en la tercera mujer del hombre al que ama? Pese a tener una opinión bastante formada sobre estas cuestiones, no voy a entrar en valoraciones. No creo que ese sea tampoco el objetivo de esta película.  Me quedo con la imagen de tres mujeres cómplices, de un marido que adora a sus hijos y a sus tres esposas; y de una niña que, sabiendo quien es su madre biológica, tiene y reconoce a tres madres.  

 

Me quedo con el respeto en la convivencia y con la convivencia en el respeto. Me quedo con la grandeza de la diversidad.

 

No siempre lo mejor es lo que se vende como bueno. No hay continentes ni historias que no se enlacen y no hay familias mejores que otras. No siempre los sueños se cumplen, pero muchas más veces de las que pensamos, tenemos la felicidad mucho más cerca de lo que podemos llegar a imaginar.

 

Viento… llévame a mi casa.